Las pruebas de acceso para correctores se celebraron en julio de 2014 y rondando el día de Santiago entré a formar parte del staff de RedLineSP junto con Luffy218 y montvilar. Desde entonces, para bien y sobre todo para mal, este dúo de ayatolás de la ortografía y servidor hemos copado casi exclusivamente las correcciones en este fansub, con cada vez más frecuentes incursiones en la sección QCer. Recuerdo que los primeros días fueron especiales. Una vez obtenido el pase VIP Platinum, nos enseñaron las instalaciones, con el Gran Palacio a la cabeza, las demás edificaciones palaciales, el palacete junto al mar que tanta alegría y solaz me ha proporcionado y que alguna que otra vez os hemos mencionado, el pequeño puerto para amarrar los yates, el pabellón chinesco, los templetes, cenadores y pérgolas escondidos en la floresta, las caballerizas reales, el invernadero, los jardines, bosques, cotos, etcétera, etcétera. La verdad, 367 hectáreas no dan para mucho, te las recorres en un par de semanas. A caballo incluso antes. Cuando nos habíamos saciado, temporalmente al menos, de comilonas, fiestas y orgías, nos llamaron para nuestra primera reunión de trabajo, que resultó determinante porque de allí salimos cada uno con nuestras futuras tareas asignadas. Recuerdo que se nos ofrecieron varias opciones: One Piece, One Piece Manga y una serie nueva y secreta que proponía Reno, Barakamon. Yo soy un leecher de One Piece RLSP, sigo nuestra versión (y no agradezco nada), por lo que las dos primeras opciones suponían un spoiler para mí. Así lo hice saber, sin negarme sin embargo a participar en ninguno de los proyectos mencionados, aunque de todos modos, les tocaba a mis compañeros elegir primero. Luffy-kun eligió One Piece y lo disfrutáis desde entonces corrigiendo el rumbo sobre el mascarón de proa del buque insignia del fansub, Monty se quedó con el manga (literalmente, porque no lo hemos vuelto a ver, no a él sino a ello), y a mí me asignaron Barakamon. Lo otro, lo que no es One Piece, las series secretas, las operaciones encubiertas. Así fue al menos al principio, porque ahora las cosas han cambiado.
Hace año y medio, con el nombre en clave de “bizcocho”, el equipo formado por Luffy, Monty y Jav empezaron a publicar los capítulos de One Piece en calidad Blu-Ray. Y escasos meses atrás, Luffy me cedió el testigo en el 609 y en enero, por fin, empecé a trabajar en nuestra querida One Piece. Dicen en el mundillo del ciclismo que no eres un auténtico ciclista hasta que no corres y acabas un Tour. Yo me sentía igual. Por fin hacía One Piece, fabricando la versión definitiva para guardar en la bodega junto con el Chateau Latour de 1886, todo ello sin comerme spoilers. He aquí mi primer trabajo en esta nueva singladura. Gracias a Monty y a Jav, los miembros del equipo, por acompañarme, a Uglich, por sus valiosas aportaciones en la traducción directa del japo, y sobre todo, al Team I, de cuyo trabajo partimos. Parafraseando a Isaac Newton, si he logrado llegar más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes.Y no he podido entrar en mejor momento, con la Saga de Punk Hazard empezando a resolverse. Aunque en realidad tal vez no sea el mejor momento, porque los acontecimientos giran hacia el peor de los desenlaces. Una grandísima pérdida se avecina y nos atravesará el corazón, snif, snif…(http://2.t.imgbox.com/lnQVbE8I.jpg) (http://imgbox.com/lnQVbE8I) (http://9.t.imgbox.com/lP1Bbhna.jpg) (http://imgbox.com/lP1Bbhna) (http://7.t.imgbox.com/wZ0Nqk0i.jpg) (http://imgbox.com/wZ0Nqk0i)
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