Cuentos robóticos navideños del robótico Xehanort
Erase una vez un castillo llamado “Redline Chateau”, habitado por un montón de individuos que no hacían más que procrastinar en sus labores. P4 entretenido arreglando su coche después del intento de asesinato de Esfera nº76, Xehanort tratando de piratear la red informática de la casa de la moneda (¿cómo os creéis que se financia esto?), Jav decorando el castillo, Kishin durmiendo en su cuarto, Boo secuestrando a pinches de cocina que le ayuden con la comida de Navidad... Todo muy normal.
Sin embargo, no todos ríen y se divierten, en las entrañas del castillo yace un ser detestable, la encarnación del mal. Un demonio tan feroz que fue encerrado en una cámara a la que no meten ni a Esfera. Bajo 20 candados, 10 talismanes para exorcizar demonios, 5 pegotes de superglue, y un sofá viejo muy pesado; se encuentra encerrado el mayor mal que ha visto el fansub.
De piel demacrada negra como el carbón y aspera como el granito. Ojos inyectados en sangre, capaces de lanzar un láser capaz de tumbar elefantes en milésimas.Cara de anciano, con una barba trenzada que le llega al ombligo, descuidada y mugrienta con olor a ron. Sin casi cejas o pelo en el resto de la cabeza, tan sólo rasgos muy marcados por el mal estado de su piel.
En cambio su figura era más bien rubenesca, señal de que este demonio llevaba demasiado tiempo sin ejercitarse. Su piel antaño brillante, había perdido su lustre, dejando ahora un triste tono cobrizo alejado del centelleante bermellón de antaño. Incluso su mayor orgullo, sus afiladas garras con las que podía trinchar un oso al instante, reducidas a tener el filo de unas tijeras infantiles.
Así se encontraba el mayor engendro del planeta, la pesadilla que por sí sola tuvo al foro bajo sus pies... Atado y amordazado de manos y pezuñas como un vulgar animal de granja. En esto se había quedado el rey del infierno.
Sin embargo, en esta noche cuando nadie hace nada; se escucha ruido en las mazmorras. Dos personajes encapuchados, se sitúan frente a la celda del demonio.
*click* *click*
-Venga ya, en las películas lo hacen enseguida. No puede costar tanto encenderlo. - dijo la figura más alta.
-Te dije que debimos traer la salsa picante de Boo y no dinamita, eso corroe más que cualquier ácido conocido por la ciencia. - respondió el personaje más encorbado.
Finalmente consiguen encender un cartucho de dinamita que rápidamente arrojan contra la puerta de la celda donde el demonio se haya.
*¡KATABOOM!
El fuerte estallido reverbera en todo el castillo, pero ya es tarde. De la nube de humo sale el demonio desencadenado y apenas intacto por la explosión.
- GRACIAS MORTALES. EN RECOMPENSA A VUESTRO ACTO, SERÉIS LOS PRIMEROS EN SERVIRME DE ALIMENTO. -dijo el diabólico ser con su potente voz.
Procedió a coger las cabezas de aquellos quienes había liberado, y les chupó la fuerza vital. Poco a poco el demonio iba recuperando su antiguo aspecto más rejuvenecido.
- ¡DANICLOUD HA VUELTO, PUTAS!
Fin de la primera parte
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