Gracias por el episodio sexto.
La semana pasada leí que Rusia está prohibiendo los Isekai (Konosuba creo recordar pero no estoy seguro), esto supone desempolvar el argumento de si los videojuegos y otros contenidos son el diablo en palabras de Josue Yrion o en el otro lado de si es inocuo y es solo en una mente enferma en la que puede anidar un estallido de delirio.
Diré lo que pienso, la verdad está a camino de ambas posturas. Las religiones abrahámicas prometen algún tipo de recompensa y precisa de renuncia, compromiso y esfuerzo para lograr un avance social, pedir esto en la era del individualismo, el hedonismo y el cientifismo en una civilización que se va a la mismísima mierda desde por lo menos los 60 es pedir demasiado. Declive moral, económico de todo camuflado por diversos medios. Por otro lado el comunismo interpretó una inversión del Paraíso inmaterial para convertirlo (teóricamente claro) en un Paraíso Terrenal, no son pocos autores que llegan a calificar el marxismo de religión atea. Además hay que añadir el problemón de Rusia con el alcohol, depresión y un sinfín de problemas estructurales como el síndrome del alcoholismo fetal.
El declive social y demográfico (y hasta de Identidad) podría interpretarse como si un demógrafo viese ahí una guerra, una guerra de una civilización contra ella misma en la que ahora lo que se lleva es la "cancel culture", no voy a extenderme sobre el origen, bases y tentáculos de esa práctica pero me sorprende la miseria moral de la gente que prohíbe una interpretación de una Ana Bolena blanca, que ya era hora de la Sirenita negra, muerte al machote de Han Solo y todas esas mierdas y ahora cuando un juez Cristiano Ortodoxo y con su mochila comunista decide esto la gente se asusta. No, no cuela, relativism go home. Si han cercenado todo papel de la mujer en el rol tradicional de madre que nadie se extrañe si mañana otro país prohíbe, directamente, algo que considere basura progre infecta por atentar contra sus principios (musulmanes). Yo lo interpreto como una medida religiosa muy desesperada.
Saludos a Kevin Spacey.